Les voy a compartir mi obsesión más reciente: el cerdo mechado.
No tengo palabras para expresar cuánto amo este plato. Podría comerlo todos los días… Y lo hago 🙂 O sea, un kilo y medio de cerdo mechado para mí sola me dura bastante… y me lo como hasta hartarme. En serio, hace un mes y medio que lo preparo más o menos cada dos semanas. ¡¡Y es TAN versátil!! Puedes usar las especias que quieras, las hierbas que quieras… Puede ser un chanchito italiano, o libanés, norteafricano, hawai’iano… No, chiquillos, esta cosa es pa morirse. Las modificaciones que se pueden hacer con este animalito son eternas.
Antes de hacer esta receta (inspirada por esta creación de Mel Joulwan), no sabía qué corte del cerdo vendría a ser el “pork shoulder”, porque obviamente no se le dice “hombro de cerdo”… al menos, no en Chile. Así que fui al carnicero y le pregunté qué parte del cerdo me daría un buen mechado, y me dijo que el lomo sería ideal. Le pregunté si la pulpa también serviría (que me parece es similar al lomo pero ya no recuerdo qué parte del cerdo me dijo que era), y me respondió que sí. Y como yo siempre estoy buscando cómo ser Paleo sin quedarme en la banca rota, decidí probar con la pulpa, que es un corte más barato (será por lo feo del nombre…) Y quedó “de pelos”, como diría Bart.
Implementos de cocina que necesitarás
Olla de acero inoxidable con tapa también de acero inoxidable, o un asador o una fuente de vidrio que puedas tapar bien sellado con papel de aluminio (Tienes que poder meterlo al horno – es MUY importante que no tenga nada que se pueda dañar al estar en el horno por cuatro horas o más)
Cucharas de medidas (como estas), aunque no son necesarias. Yo generalmente lo hago “al ojo”.
Cuchillo
Bol pequeño para mezclar las especias y la sal
Ingredientes
1,5 kilos de pulpa o lomo de cerdo
2 cucharadas (más o menos, dependiendo de tu gusto) de mezcla libanesa de siete especias
1 cucharada de jengibre fresco rayado
1 cebolla morada mediana, cortada en plumas (o 2 cebollas moradas pequeñas)
1.5 cucharaditas de sal de himalayas o de mar (a mi me gustan las cosas bastante saladas, así que tal vez le quieras echar 1 cucharadita para empezar)
Instrucciones
Precalienta el horno a 165ºC
Si este cerdito no fue criado al aire libre, comiendo lo que pudiera encontrar en la pradera y los restos orgánicos y las sobras de comida que le entregaba el granjero, y fue criado en una “fábrica de chanchos”, es mejor que le quites toda la grasa que puedas, pues es ahí dónde se concentran las toxinas.
Mete el cerdo a la olla
En un bol pequeño, echa tu mezcla libanesa de siete especias y la sal y revuelve hasta que estén combinadas uniformemente
Esparce las especias y la sal sobre el cerdo, hasta que esté completamente cubierto. Voltea el cerdo y echa la mezcla en la parte de abajo también. Tiene que estar toooodo cubierto por las especias.
Esparce el jengibre rallado sobre el cerdo
Corta las “puntas” de la cebolla, pélala y córtala en plumas. Distribúyelas sobre el cerdo. No tiene que ser ordenado; simplemente no eches las plumas todas en un montón arriba del cerdo.

Tapa la olla o cubre el asador o la fuente de vidrio y échala al horno por al menos 3,5 horas o hasta que se deshaga el cerdo al cortarlo.
Servir con la verdura que quieras. Es delicioso con porotos verdes (también conocidos como judías verdes o ejotes), puré de camote, acelga, zanahorias y manzanas ralladas, zanahorias carbonizadas… Lo que se te antoje.

Si quieres, puedes dejar que se ase hasta que esté listo. O si no, a la hora y media puedes cuidadosamente verter el líquido que se haya juntado y guardarlo en un frasco de vidrio en el refrigerador. Si le quitas el líquido, queda más “crispy” por fuera, pero también corres el riesgo de que se reseque.
Mel Joulwan dice que si vas a asar el cerdo a 165ºC, se debe asar una hora por cada 500 gramos de carne o hasta que tenga una temperatura interna de 85-88ºC. Yo no tengo un termómetro de carnes – lo hago al achunte no más, siempre siguiendo mis instintos y mi nariz – pero si tienes un termómetro, no sería mala idea usarlo. Para asegurarme de que esté bieeeeeeen cocido el chanchito, me gusta asarlo por más tiempo, hasta por 5 horas. ¡Ahí sí que se te deshace en la boca!

Y como siempre, haz esta receta tuya: cambia los aliños a los que más te gusten a ti, sube o baja la temperatura del horno, asa el cerdo por menos tiempo, si no te gusta que quede taaaaan blando, agrégale más sal, o menos, échale verduras y/o tubérculos a la olla. Haz lo que quieras. Experimenta. Usa esta receta como una guía y haz los cambios que más te parezcan.
Ahora te toca a ti. ¿Qué te gustaría ver aquí en el blog? ¿Algún tema que quieres que abarque? ¿Alguna receta que quieres que suba? Siempre quiero saber tus opiniones.
2 thoughts on “Cerdo mechado a la libanesa”