Siete cambios SENCILLOS que puedes hacer esta semana para ahorrar dinero y reducir tu impacto ambiental – 2a Edición

*Los productos que menciono a continuación los nombro simplemente porque me gustan – no recibo ningún honorario por promocionarlos.

Como ya sabes, amo este planeta, nuestro único hogarcito de este lado de la eternidad, y me alegra la vida poder cuidarla. El 2016 comencé a escribir sobre la sostenibilidad y cómo cuidar la Tierra se cruza (y es parte fundamental, creo yo) con cómo cuidamos nuestros cuerpos y nuestra salud. Si quieres leer más sobre el tema, aquí te doy mi razonamiento sobre la importancia de proteger esta esfera de agua y lodo, cómo el elegir bien tus carnes es cuidar el planeta y cómo el elegir bien tus frutas y verduras es también cuidar el planeta. Y por supuesto, también está la primera edición de siete cambios SENCILLOS que puedes hacer esta semana para ahorrar dinero y reducir tu impacto ambiental.

Sin dar mayores rodeos, te dejo siete ideas adicionales de cosas re-sencillas qué puedes comenzar a hacer hoy mismo para amar a nuestro planeta mientras que vas ahorrando platita.

7 cambios sencillos para cuidar el planeta y ahorrar dinero - parte 2
Cierra la llave mientras te lavas los dientes

1. Cierra la llave del lavamanos mientras te lavas los dientes. Te dije que iban a ser ideas de cosas sencillas que puedes comenzar a hacer. Y claro, ¿para qué dejar la llave abierta mientras te lavas los dientes? Los odontólogos nos dicen que debemos lavarnos los dientes por al menos 3 minutos (o sea, la duración de tu canción favorita). De acuerdo al Glen Canyon Institute, gastamos al rededor de 20 litros de agua al lavarnos los dientes si dejamos la llave abierta. ¡Veinte litros! Piensa en lo seco que ha estado estos últimos años en Chile. Santiago depende de la nieve que se acumula en la cordillera para nuestra agua potable y en los últimos años ha caído bastante menos nieve de lo normal. (¿Alguien dijo ‘cambio climático’?) Y esta tendencia de tener menos precipitaciones va a seguir. Así que… ¡a ahorrar agua, cabros! No esperemos a que el gobierno nos diga que debemos tener cuidado con cómo usamos nuestra agua – seamos proactivos y conservemos el H2O.

2. Lávate el cabello cada dos o tres días. Aumentar el número de días entre lavados de cabello tiene varios beneficios. Uno es que no debilitas tanto tu cabello – el exceso de lavado puede secar y dañar el folículo. Otro es que usas menos productos – menos champú, menos acondicionador. También usarás menos el secador, por lo que usarás menos electricidad. Y también usarás menos agua pues tus duchas en los días que NO te lavas el cabello serán bastante más cortas. Si, toma un tiempo en que tu cabello se acostumbre a no ser lavado tan seguido, pero con el tiempo tu cuero cabelludo producirá menos grasa (si eres de cabello graso) y no tendrás la necesidad de lavarlo tan seguido.

3. Usa el agua del lavaplatos a baja presión y cierra la llave entre enjuagues cuando laves la losa. Las lavavajillas no son muy comunes en Chile, por lo que la gran mayoría de nosotros lavamos los platos a mano. No sé cómo será en tu país, pero acá tenemos la mala costumbre de dejar la llave abierta mientras lavamos los platos. Ni quiero pensar en cuánta agua se desperdiciará con este método. Pero si cerráramos la llave, ya no tendríamos que pensar en cuánta se desperdicia 😛

7 cambios sencillos para cuidar el planeta y ahorrar dinero - parte 2

4. Cuando laves tu ropa, no uses la secadora – tiéndela. Y no me des la excusa de “es que no tengo patio donde colgarla” o “no tengo balcón” o “no tengo espacio”. Si alguien (yo) que vive en un departamento de 27,5 metros cuadrados, sin balcón, puede tender su ropa a secar dentro del depa, tú también puedes. Por si acaso, un ciclo en una típica secadora ventilada gasta entre 2,8 y 9,3kWh

7 cambios sencillos para cuidar el planeta y ahorrar dinero - parte 2

5. Considerando que en el hemisferio sur vamos entrando a la temporada de resfríos y gripe, no es mala idea hacer tus propios remedios caseros. Y cuando me refiero a remedios caseros, estoy hablando de alimentos fermentados como la kombucha y el chucrut, y también el caldo de hueso. ¿Cómo estás cuidando al planeta hacer tus propios mejunjes? Bueno, no estás comprando un producto envasado, y en el caso del caldo de hueso, estás ayudando a que se use el animal completo en vez de que esos huesos y esas patas de pollo sean enviados al vertedero. Y te sale mucho más barato que tener que ir al médico o comprar remedios hechos por megaempresas farmacéuticas, y tampoco tendrás que faltar tantos días al trabajo.

6. Haz tus propios pañuelos de algodón. Si tienes sábanas de invierno que se están deshaciendo (esas de franelina son las más ricas para este proyecto), corta los bordes que están en buenas condiciones en cuadros del tamaño de los pañuelos que usaba tu abuelo y llévaselos a tu amig@ modist@ para que cosa los bordes con su máquina overlock y ¡listo! ¡Tienes pañuelos a la antigua! Reciclas, proteges la piel de tu nariz, reduces tus síntomas de alergia al ya no estar aspirando las esporas de los pañuelos desechables, no estás botando papel Y ADEMÁS te estás ahorrando un montón de plata al no tener que constantemente comprar más pañuelos. No hay dónde perderse.

7. Invierte en un buen filtro de agua y una botella de metal para no seguir comprando agua embotellada. OK, esta idea requiere una inversión inicial pero a mediano plazo te ahorra bastante dinero. En Chile, una botella desechable de 500ml de agua mineral cuesta al rededor de USD$0,80. Saca la cuenta de todas esas veces que te compras bidones de agua mineral para tener en la casa, o cuando compraste agua en el metro porque se te olvidó llevar de la casa, o compraste con tu almuerzo o whatever. Y piensa en todo el plástico que vas botando (porque seamos honestos, casi nadie recicla su botella desechable), todo el combustible gastado en trasladar esa agua de la planta embotelladora hasta el centro de distribución y luego a la tienda donde la compraste. El filtro en jarra que yo tengo, el Gentoo de Ecobud, elimina casi por completo el cloro, los metales pesados y el flúor. Debería recambiar el filtro cada 3 meses pero… creo que lo hago cada 6, con suerte, y el agua sigue súper rica. Lamentablemente el filtro no es reciclable…  Mi botella de metal de Klean Kanteen la tengo hace como 7 años y no he tenido ningún problema con ella.

¡Me encantaría saber de ti! ¿Qué le agregarías a esta lista? ¿Qué has hecho para reducir tu impacto negativo en el planeta y ahorrar dinero a la vez?

PD. No olvidemos que, para tener un impacto más amplio, profundo y duradero, es esencial que nuestros cambios conductuales personales vayan de la mano con la participación política y el exigir un trato responsable hacia el planeta. Es de importancia fundamental que votes en tus elecciones municipales, parlamentarias y nacionales. Son las personas elegidas – elegidas por ti y por mí – las que promulgan leyes, que hacen cambios a nivel nacional, regional, continental. Las empresas cambiarán sus prácticas al ser presionadas públicamente por la población. Los cambios que tú y yo hacemos en nuestras vidas cotidianas envían un mensaje al mercado y a los gobernantes. Ahora amplifiquemos ese mensaje y fortalezcamos su efecto con nuestro voto, con nuestra participación ciudadana en protestas pacíficas, con exigirles a empresas e instituciones de todo tipo que cumplan con un estándar mucho más alto de responsabilidad y conservación del planeta. El poder está con el pueblo, y el pueblo somos tú y yo. Usemos ese poder para traer transformación a un nivel global.

 

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