¿Qué haces cuando despiertas 90 minutos antes que tu despertador y sabes que ya no vas a volver a dormir? Firmas peticiones de Avaaz.org y empiezas a escribir un artículo para el blog. Obvio. ¿De qué otra forma iba a ocupar ese tiempo? 🙂
Tengo que confesarte algo. Nunca he sido muy fanática de las ensaladas tradicionales o convencionales. Generalmente son bastante aburridas, especialmente las ensaladas chilenas. Y las ensaladas chilenas generalmente tienen un sólo integrante: Un bol enorme de lechuga escariola, y lo enchulas con aceite vegetal rancia y jugo de limón; porotos verdes rallados o como sea que se dice cuando los parten en tres a lo largo de la vaina (en inglés es “frenched”), cocidos y aliñados con jugo de limón. Zanahorias ralladas con aceite vegetal y jugo de limón. Choclo (maíz dulce) cocido y aliñado con mayonesa. ¿Viste? Fome (aburrido). Las ensaladas gringas tienen una variedad limitada de los mismos ingredientes y las ahogan en aderezos hechas con quién sabe qué cosas. Las ensaladas de los EEUU y Canadá son por lo general hechas con ingredientes crudas, por lo que tienes que masticar haaaaaarto y como tienen varios ingredientes que tienes que cortar en pedacitos, demora su buen rato en la preparación… Noooo, qué lata.
Pero con los veranos calurosos de Santiago, no dan ganas de cocinar mucho ni de siempre comer comida caliente. Así que una se desespera y empieza a pensar que tal vez una ensalada no sería tan mala idea… y se pone creativa con sus ensaladas para no morir de aburrimiento en el intento. (También estoy tratando de diversificar mi consumo de verduras, y las ensaladas son una buena manera de aumentar la variedad que como.)
En realidad no detesto todas las ensaladas. Honestamente no detesto ninguna, pero la mayoría no me fascina. Las que sí me encantan son las que tienen una buena combinación de salado y dulce (esas que mezclan hojas con frutos rojos o pedacitos de pera o naranja), con algo crujiente como semillas de maravilla o sésamo tostadas o frutos secos (si no eres alérgica, como yo), y de aderezo le echas una vinagreta casera BIEN sabrosa. (Aceto balsámico puede arreglarlo casi todo.) También adoro esas ensaladas mediterráneas que involucran verduras asadas y haaaaartas hierbas que generalmente no se te ocurriría combinar, al estilo Jamie Oliver. Hay una ensalada que yo adoraba antes de descubrir lo dañino que es el gluten – era de bulgur (o burgol) con morrón verde y rojo asado, hinojo, cebolla morada, ajo, creo que llevaba zapallo camote asado también, y las hierbas eran maravillosas. Me parece que la mezcla incluía menta, perejil y cilantro, todos frescos. Esa ensalada me mataba. Creo que voy a tener que hacer una variación Paleo que use coliarroz en vez de bulgur, porque todo el resto estaba impecable, por lo que recuerdo.
Bueno, todo eso para decirte que… hay ensaladas y ensaladas… y si las vas a comer, hazte el favor de elaborar una que sea rica e interesante.
Para esta ensalada en particular, vas a necesitar una mezcla rica de hojas verdes. Si la vas a comprar en el supermercado, busca una bolsa en la sección refrigerada de las verduras que diga “Spring mix” o “Salad mix”. Mi lugar preferido para comprar mis hojas es en La Vega Central de Santiago. (La Vega es mi lugar favorito para comprar cualquier cosa, seamos honestos.) En el Galpón Chacarero (el galpón que queda al fondo donde están todas las verduras), a mano izquierda, hay un puesto que vende huevos y una variedad fantástica de hojas. En verano los 250g de hojas están a $1000CLP y en invierno, están a $1500CLP. Puedes comprar la cantidad que quieras de cada variedad de hoja, o puedes comprarlas ya mezcladas. En la mezcla hay 6 especies diferentes, pero puedes agregarle de las otras hojas que no están incluidas en la mezcla. Les he preguntado cómo se llama cada especie, pero me las recitan tan rápido, y tienen cara de no querer repetir la lista, que no las he alcanzado a anotar. Pero entre otras, contiene hoja de betarraga, mostaza, berros, espinaca bebé… y unas cosas dentadas que parecen plantas marinas. Y es todo taaaaaaaan rico y fresco y crujentito…
En los mercados orgánicos también puedes encontrar una variedad de hojas para ensaladas. Cuando vas a comer algo crudo que no tiene una cáscara que se le puede quitar, siempre es preferible comprar orgánico. Mi problema es que se me olvida ir a las ferias orgánicas para ver cuál tiene la mejor variedad y los mejores precios.
Ah, y recuerda romper las hojas en pedazos medianos, porque no hay nada peor que una ensalada de pedazos enormes de lechuga y cosas, donde tienes que comerla como una vaca, masticando mientras las hojas se caen de tu boca (muy poco sexy) o tienes que cortarla con cuchillo. No es la idea. Para qué complicarse la vida. Prepara bien la ensalada y así te ahorras a ti y a tus invitados momentos incómodos en la mesa.
Utensilios
Bol mediano
2 paños de cocina limpios
Frasco pequeño-mediano de vidrio (con tapa que cierre muy bien)
Jarrito
Ingredientes Ensalada
(Rinde para 4 personas, o 2 personas fanáticas)
250g mix de hojas
2 paltas medianas (aguacate)
1/2 pepino
7 0 8 frutillas (fresas)
Semillas de maravilla a gusto
Ingredientes Vinagreta
4 frutillas, blandas pero no podridas
Jugo de una naranja (o de un limón, si prefieres un aderezo menos dulce)
2 cucharadas aceto balsámico
6 cucharadas (1/3 taza) de aceite de oliva extra virgen (prensado en frío)
sal rosada y pimienta entera recién molida a gusto
Pasos
Ensalada
Lava las hojas y ponlas en una sola capa sobre el paño de cocina. Cúbrelas con el otro paño y presiona suavemente con las manos para absorber el agua. O si prefieres, pon las hojas lavadas en un salad spinner… cómo se llaman esas cosas en castellano?… Es una canasta dentro de un contenedor de plástico con una manilla en la tapa que giras y así la canasta también gira, secando las hojas. Más eficiente pero… requiere espacio en la cocina, cosa que yo no tengo.
Rompe las hojas en pedazos medianos con las manos (si las cortas con cuchillo, se “oxidan” los bordes y se ponen café) y ponlas en el bol
Corta el pepino, la palta y las frutillas en pedazos del tamaño que quieras. A mi me gusta el pepino en cuartos medios grandes, para que se sienta el crujir al masticarlos. Échalos al bol. No mezcles la ensalada para que las verduras más pesadas no se hundan hasta el fondo.

Échale las semillas de maravilla, espolvoreadas por en cimita.
Vinagreta
Corta las frutillas en pedacitos pequeños y mételos al frasco
Agrega el jugo de naranja, el aceto balsámico, el aceite de oliva, la sal y pimienta al frasco
Cierra la tapa bien cerrada, para que no salga el aderezo, y agita durante un minuto
Verter vinagreta a un jarrito
Servir ensalada y que cada persona le agregue cuánta vinagreta quiera. (Recuerda que si le echas el aderezo a toda la ensalada antes de servirla y te sobra ensalada después de la comida, se te va a echar a perder dentro de un día.)